Equilibrio entre la vida cotidiana y el aprendizaje virtual👏

El aprendizaje virtual tiene muchas ventajas, nos permite tener una flexibilidad en términos de tiempo, espacio, ubicación y al mismo tiempo, conlleva una responsabilidad de establecer rutinas que se lleven con disciplina y que nos lleven a alcanzar metas y objetivos claros.

De esta manera es fundamental revisar la ruta de aprendizaje y esos logros de aprendizaje que tenemos para realizar una planeación que nos permita detallar las acciones que nos llevarán a cumplir con esas metas.

Es decir que somos nosotros los que conocemos nuestro ritmo de aprendizaje, nuestras habilidades y aptitudes para saber el tiempo que nos conlleva realizar determinada actividad.

Por lo tanto, lo primero que se debe realizar cuando iniciamos un programa de formación virtual es revisar los contenidos, actividades, metodología y entregables que debemos realizar.

Con esta claridad, es importante en el marco de la metodología identificar también, cuáles actividades requieren de un trabajo en equipo. Esto para que la planeación que necesitamos realizar sea alcanzable y para que también, el equipo de trabajo que conformemos, en lo posible pueda complementar nuestras habilidades y conocimientos.